DIARIO - 7. Impacto del abuso y la negligencia
Philadelphia, 26 de Septiembre de 2007
- La autoestima se convierte en uno de los temas problemáticos principales.
- Predilección por el encerrarse en uno mismo.
- El niño invulnerable (aproximadamente el 21%) ha sido capaz de dar forma a una visión del mundo sana y esperanzadora, y ha sido capaz de sostenerla. Ha encontrado a alguien o algo, fuera del núcleo familiar, que se convierte en el padre o la madre que el niño necesita.
- El niño continuamente pregunta, con palabras o acciones, qué va a pasar después.
- Se oye con frecuencia la frase "no quiero ir a casa".
- Se le ve desconectado, fuera de control, y ha aprendido a acallar sus propios sentidos.
- No han aprendido a satisfacer sus propias necesidades y, con frecuencia, se les enseña a hacerse responsable de las acciones de otros.
- Con frecuencia, les cuesta contener sus sentimientos. Actúan en respuesta a ellos, en lugar de poner límites a sus acciones y separar acciones y sentimientos.
- El exceso de cercanía entre el padre o la madre y el menor puede dificultar su crecimiento y llegar a ser un individuo bien diferenciado. El adulto podría esperar recibir del menos el apoyo emocional que no encuentra en su matrimonio. Cuando el menor no puede o no quiere dar este sustento emocional, el adulto puede reaccionar abusando del menor.
- Alejarse del grupo de amigos y compañeros.
- Pasar mucho tiempo en lugares públicos.
- Emociones extremas: excesiva tristeza o felicidad inapropiada.
- Ansiedad crónica.
- Retraído, deprimido, apático.
- Muy preocupado por responder a las instrucciones del adulto figura de autoridad.
- Falta de comunicación verbal o física.
- Exagerada atención a los detalles.
- Falta de autoestima, que se prolonga durante la edad adulta.
- Los niños que tienen carencias emocionales suelen llevarlas consigo durante su vida adulta también.
- La inversión de roles es una característica diferenciadora del abuso emocional y la negligencia. El menor adopta el papel emocional del adulto y "da" al adulto en lugar de recibir lo que el niño necesita emocionalmente.
- Los adultos que fueron extremadamente criticados durante su infancia podrían continuar siendo especialmente sensibles a las críticas como adultos. Estos adultos se preocupan mucho por hacer las cosas bien. Evitan la desaprobación de otros y buscan constante reafirmación. Se han hecho adultos sin haber aprendido a satisfacer sus propias necesidades básicas, y viven en una crisis diaria de inseguridad. Podrían repetir los mismos patrones con sus propios hijos.
- Es difícil para un adulto hacerse padre o madre mientras tiene sentimientos de inseguridad para dar respuesta adecuada a las necesidades emocionales de un niño, y menos aún de una pareja. El abuso emocional y la negligencia aparecen con frecuencia en ciclos generacionales.
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