"El coraje de sanar". Introducción (2). No recuerdo

(En todas las entradas del blog dedicadas al libro, las citas del mismo estarán en este azul)

En la mayoría de los casos, los perpetradores de los abusos sexuales de menores son miembros de la familia o personas cercanas a ella. Este es un dato clave para entender por qué es tan frecuente encontrar adultos que sufrieron abusos durante la infancia y no los recuerdan, o los recuerdan de una forma vaga, imprecisa, lo cual les lleva a dudar de esos recuerdos nebulosos.

La psique de la niña o el niño que sufre el abuso en esas circunstancias hará lo que sea necesario para "salvar" esa figura adulta en el entramado mental y emocional del menor, es decir, tenderá a borrar lo sucedido y a seguir relacionando a esa persona adulta con lo que ha sido la relación con ella antes de que se produjera el abuso. Más aún si la persona que comete los abusos es la madre (como fue mi caso) o el padre, o un hermano o una hermana. Cuanto más cercana sea la persona, mayor va a ser el efecto de borrado. Y puede llegar a ser tan intenso que la persona no recuerde nunca más lo ocurrido.

Sin embargo, lo más frecuente, lo que en la inmensa mayoría de los casos sucede, es que algún tipo de recuerdo accesible para la mente consciente permanece activo, aunque sea de una forma poco clara, o incluso aparentemente ambigua. Conviene aquí recordar que:
  • No se hará consciente ningún recuerdo que la persona no pueda asimilar. Aquello con lo que no podemos en un momento dado, no aparece. Lo que aparece es aquello que sí podemos afrontar.
  • Los recuerdos no están solo en la mente, en forma de palabras o imágenes. Están también en el cuerpo físico y en el cuerpo emocional, y pueden ser muy breves, o muy sutiles, o incluso aparentemente insignificantes.
"Es posible haber olvidado grandes períodos de la infancia. Sin embargo, hay cosas que sí se recuerdan. Cuando te tocan de cierta manera sientes repugnancia. Ciertas palabras o ciertos gestos faciales te asustan. Sabes que nunca te agradó que tu madre te tocara. Te llevaban con frecuencia al médico debido a infecciones vaginales.

Uno puede creer que no tiene recuerdo alguno, pero suele ocurrir que cuando se comienza a hablar de lo que sí se recuerda, afloran una constelación de sentimientos, reacciones y vivencias que se suman a la información básica. Para decir "Abusaron de mí" no es preciso tener el tipo de pruebas que serían válidas ante un tribunal de justicia.

Muchas veces el conocimiento de que se fue víctima de abuso sexual comienza con un minúsculo sentimiento, sensación, intuición. Es importante confiar en esa voz interior y trabajar a partir de allí. Suponer que las sensaciones son válidas. Es raro que una persona crea que sufrió abusos sexuales y después descubra que no fue así. La progresión suele ir en sentido inverso, de la sospecha a la confirmación. Si de verdad piensas que abusaron de ti y tu vida manifiesta los síntomas, hay una gran probabilidad de que haya ocurrido así. Si no estás segura, mantén abierta la mente y ten paciencia contigo misam. Con el tiempo verás más claro (pp. 32 - 33).


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