"El coraje de sanar". Introducción (1). ¿Cómo saber si se ha sido víctima de abuso sexual en la infancia?

(En todas las entradas del blog dedicadas al libro, las citas del mismo estarán en este azul)

En las primeras fases del proceso de sanación, es frecuente que surjan en la mente dudas sobre si uno realmente sufrió abusos sexuales durante la infancia, o no.
En general, podemos decir que:
  • Una persona que nunca fue abusada, no se lo plantea, no se lo pregunta, no tiene dudas.
  • Una persona que sí fue abusada, puede que tenga algunos recuerdos conscientes. El resto, lo tendrá suprimido y almacenado en el subconsciente y en el cuerpo.
  • Una persona que tenga dudas, necesita escuchar a su cuerpo y a su intuición, la voz del corazón, la voz del alma. Porque en la voz del alma y en el cuerpo está la verdad. El hecho de que tenga dudas puede ser significativo, y vale la pena abrirse a todas las posibilidades, mientras los mensajes interiores y del cuerpo se van clarificando.
En la introducción del libro, las autoras incluyen este cuestionario orientativo (p. 31):

"¿Cómo saber si se ha sido víctima de abuso sexual en la infancia?
Durante tu infancia o adolescencia:
  • ¿Te acarició, besó o abrazó una persona adulta para su propia gratificación sexual?
  • ¿Te obligaron a practicar sexo oral a un adulto o hermano?
  • ¿Te violaron o penetraron de alguna otra manera?
  • ¿Te hicieron presenciar actos sexuales?
  • ¿Sentiste la obligación de escuchar largas conversaciones sobre temas sexuales?
  • ¿Te hicieron caricias o daño en los genitales mientras te bañaban?
  • ¿Te sometieron a tratamientos médicos innecesarios para satisfacer las necesidades sexuales o sádicas de un adulto?
  • ¿Te hicieron ver películas de sexo u otro tipo de pornografía?
  • ¿Te hicieron posar para fotografías seductoras o eróticas?
  • ¿Te viste envuelta en prostitución infantil o pornografía?
  • ¿Te obligaron a participar en algún rito en el que hubiera torturas físicas, psíquicas o sexuales?"
Pero el abuso sexual no se limita a los supuestos citados en este cuestionario, que es solo una herramienta inicial, para comenzar la exploración interna a partir de lo más obvio. Más adelante, se citan otras formas de abuso (p. 32):

"Algunos abusos no son ni siquiera físicos. Puede ser el adulto que se detiena en la puerta del cuarto de baño y le hace comentarios maliciosos o mira impúdicamente mientras el menor usa el wáter. O su tío que se pasea desnudo, llamando la atención hacia su pene, hablando de sus proezas sexuales o haciéndole preguntas sobre su cuerpo. El entrenador de tenis que acosa a la menor paa que le cuente lo que hace con su chico. Hay muchas maneras de ser violado sexualmente.

También hay abusos de tipo psicológico. Tienes la sensación de que tu padrastro estaba pendiente de tu presencia física todo el día, por mucho que trataras de estar callada y comportarte con discreción. O el vecino que observaba con impertinente interés los cambios que se producían en tu cuerpo. O tu padre, que te llevaba a citas románticas o te escribía cartas de amor.

Tampoco el problema es la frecuencia del abuso. La traición solo precisa un minuto. Un padre que desliza sus dedos bajo las bragas de su hija solo treinta segundos. Después de eso, el mundo ya no es el mismo."

La violación no queda definida fuera de la persona que la sufre, sino por ella dentro de ella misma:

La violación está determinada por la experiencia que tiene la niña: su cuerpo, sus sentimientos, su espíritu (p. 32).

Es importante revisar las creencias que uno tenga sobre qué actos constituyen abuso sexual y cuáles no. En el primer vídeo de El Coraje de Amarte, hablo sobre este punto, y también en esta entrada del blog

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