Mi crisis de la mediana edad y el comienzo de mi despertar
Ahora sé que siempre he estado mucho más conectado con mi alma, con mi Ser, de lo que yo mismo era consciente. Revisando mi vida desde el punto en el que estoy ahora, es muy claro para mí. Pero no era así como yo lo veía entonces. Para empezar a ser consciente de mi alma, del sentido profundo de mi vida, de lo que soy y de lo que he venido a hacer en este mundo en esta encarnación, necesité destruir todo lo que había construido, sin dejar ni una pieza en su sitio. Cualquiera que me hubiera conocido en 2007 habría podido decir que "lo tenía todo", si uno valora la vida en función de lo que tiene, de lo que cree haber conseguido, de lo que el ego quiere que veamos como lo verdaderamente importante. En ese momento, llevaba 16 años de matrimonio, tenía un buen puñado de amigos y compañeros, un sueldo como profesor de los más altos del mundo, una preciosa casa en Washington DC, un estupendo coche automático, disponibilidad para viajar con cierta frecuencia, proyectos personales y